
Médicos del Mundo ha presentado el informe sobre el daño psicológico de la ocupación militar israelí en las personas refugiadas palestinas de Cisjordania “Este es nuestro más profundo miedo: perder no sólo nuestras casas, sino nuestra historia, identidad y futuro”, un documento que revela cómo la ocupación militar israelí está generando un sufrimiento psicológico de enorme magnitud en las personas refugiadas palestinas. Basado en observaciones clínicas, datos recogidos entre enero de 2024 y marzo de 2025 y testimonios recopilados por los equipos de salud mental de la organización, el informe concluye que las prácticas israelíes presentan características coherentes con la definición de tortura psicológica establecida por la ONU.
Desde enero de 2025, las operaciones militares en los campamentos de Jenin, Tulkarem y Nur Shams han provocado el mayor desplazamiento forzoso en Cisjordania desde 1967, con más de 44 000 personas expulsadas de sus hogares. Aunque su magnitud es histórica, la crisis ha recibido una atención internacional mínima, pese a tratarse de una de las realidades humanitarias más desatendidas del mundo.
Las consecuencias psicológicas son abrumadoras: el 98% de las personas atendidas por Médicos del Mundo presenta signos graves de angustia; el 96% afirma que sus rutinas diarias están profundamente alteradas; y los problemas de sueño afectan a más de la mitad. La población vive en un estado permanente de hipervigilancia, marcada por la repetición constante de ataques y la anticipación del próximo, sin tiempo ni espacio para recuperarse.
Los equipos de Médicos del Mundo alertan de que la ocupación destruye sistemáticamente las condiciones necesarias para la curación psicológica con hogares devastados, escuelas atacadas o militarizadas, restricciones de movimiento y ruptura del tejido social. Incluso las intervenciones humanitarias se ven interrumpidas por incursiones militares que ponen en riesgo la vida de los equipos y de las comunidades a las que asisten. La infancia se encuentra especialmente expuesta y muestra regresiones en su desarrollo, ansiedad extrema y la sensación de que no existe ningún lugar seguro.
El informe sostiene que existe un trauma transgeneracional, no es un episodio del pasado, sino un proceso continuo que se transmite de generación en generación, alimentado por un miedo existencial a la desaparición física y cultural del pueblo palestino. El informe revela que la psicología por sí sola no puede ofrecer una verdadera recuperación mientras persista un entorno de violencia estructural.
Médicos del Mundo subraya que la salud mental de la población refugiada palestina sólo podrá empezar a restablecerse cuando termine la ocupación, tal y como exige la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, y hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe en consecuencia, garantizando protección, justicia y respeto a los derechos fundamentales del pueblo palestino.
Informe completo en inglés y resumen ejecutivo en castellano en este enlace