
Un centenar de jóvenes en riesgo de exclusión social de España, Italia, Grecia, Irlanda y Chipre tendrán la oportunidad de transformar su futuro profesional gracias a "3D Youth Empowerment & Social Entrepreneurship" (3D-YES), un innovador proyecto Erasmus+ que une emprendimiento social y tecnología de impresión 3D para generar oportunidades laborales y soluciones para las personas con discapacidad.
La iniciativa, liderada por CIC Batá y cofinanciada por el programa Erasmus+ KA220-YOU, arranca con un objetivo ambicioso: capacitar a jóvenes que ni estudian ni trabajan para que puedan emprender en el ámbito de la economía social, diseñando y fabricando dispositivos personalizados mediante impresión 3D destinados a mejorar la vida de personas con discapacidad motora.
La idea original surgió de la Asociación de Esclerosis Múltiple Onubense (Ademo), que junto a CIC Batá representa a España en un consorcio de seis entidades europeas de cinco países. A estas dos entidades andaluzas les acompañan la asociación italiana APS I Sogni di Don Bosco, el parque de innovación griego The Factory I.K.E. – JOIST Innovation Park, la organización irlandesa ASIDE (Alliance for Sustainable Inclusive Digital Education Limited) y la empresa chipriota EmpowerPath Ltd.
Formación práctica adaptada a la realidad de los jóvenes
Hasta julio de 2027, el proyecto desarrollará una metodología formativa específicamente diseñada para jóvenes fuera del sistema educativo tradicional. La capacitación combinará dos pilares fundamentales: por un lado, nociones básicas de emprendimiento en el marco de la economía social; por otro, habilidades técnicas en impresión 3D aplicadas a la creación de ayudas técnicas para personas con diversidad funcional motora.
El presidente de CIC Batá, Rafael Cantero, explica que el enfoque huye de los modelos académicos tradicionales, buscando “conectar con jóvenes que han quedado desenganchados de los circuitos formativos convencionales”.
La propuesta no se limita a transmitir conocimientos técnicos. La verdadera apuesta de 3D-YES es que “alguno de estos jóvenes encuentre en el proyecto una salida laboral real”, apunta Cantero, ya que estarán “capacitados para emprender su propio negocio en el campo del emprendimiento social y la fabricación de soluciones personalizadas mediante tecnología 3D”.
Doble impacto: inserción laboral e inclusión social
El proyecto destaca por su doble dimensión social. Por un lado, trabaja directamente con uno de los colectivos más vulnerables: jóvenes en riesgo de exclusión sin formación ni empleo, ofreciéndoles herramientas concretas de empleabilidad y desarrollo personal.
Por otro, orienta esas capacidades hacia la creación de soluciones que beneficiarán a personas con discapacidad motora, un colectivo que a menudo enfrenta dificultades para acceder a ayudas técnicas personalizadas y asequibles.
Además de los cien jóvenes participantes, el proyecto implicará a veinte formadores de los cinco países socios, creando así una red de profesionales especializados en esta metodología innovadora que podrá replicarse en el futuro.
Valores europeos y sostenibilidad
Más allá de sus objetivos formativos inmediatos, 3D-YES se enmarca en la promoción de valores europeos fundamentales como la inclusión, la participación ciudadana y el compromiso social. El proyecto aspira a generar un impacto sostenible que perdure más allá de sus 23 meses de ejecución oficial, fortaleciendo la cooperación entre entidades europeas y creando estructuras permanentes de innovación social para el empleo de los colectivos más vulnerables.
"Buscamos contribuir al desarrollo de comunidades más inclusivas, tecnológicamente avanzadas y comprometidas con la igualdad de oportunidades en Europa", concluye Rafael Cantero. El proyecto representa un ejemplo de cómo la cooperación europea, la tecnología accesible y el enfoque en la economía social pueden converger para ofrecer respuestas concretas a dos desafíos actuales: la exclusión juvenil y la necesidad de soluciones inclusivas para personas con discapacidad.