
Ante la escalada de violencia en los últimos días que se está produciendo en Sudán, incluido el ataque a un hospital en la ciudad de Al Fasher en el que, según la OMS, habrían sido asesinadas 460 personas, La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo se une a numerosas entidades en todo el mundo para reclamar un alto el fuego inmediato, medidas de todas las partes en el conflicto para asegurar la vida de la población civil y el acceso de ayuda humanitaria en condiciones de seguridad.
Para La Coordinadora, el brutal ataque al hospital Materno Saudí tras la toma de la ciudad por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) debería servir como aviso para que las potencias vecinas y el conjunto de la comunidad internacional no puedan mirar para otro lado y vean que es imprescindible actuar con urgencia y coordinen una acción que proteja a la población y pueda empezar a poner fin a este conflicto que dura ya dos años y medio.
Dos años de guerra, huida y hambruna
Desde abril de 2023 Sudán vive sumida en una guerra civil entre las FAR y las fuerzas armadas del país en el gobierno, desde que dieron un golpe de estado en 2021. El conflicto se ha cobrado alrededor de 150.000 vidas, ha obligado a huir a 13 millones de personas y ha puesto al país al borde de la hambruna: 25 millones de personas no tienen alimentos suficientes para sobrevivir, según datos de Naciones Unidas.
La responsabilidad de la comunidad internacional
Organizaciones internacionales y Naciones Unidas están demandando una respuesta firme por parte de la comunidad internacional que garantice:
IMaGEN: Las personas recién llegadas que huyen del conflicto en Sudán se reúnen en el paso fronterizo de Joda, en Sudán del Sur, a la espera de ser transportadas al centro de tránsito de Renk. © ACNUR/Ala Kheir