Córdoba Solidaria
Desde Córdoba Solidaria queremos expresar nuestra solidaridad con todas las personas y familias afectadas por el impacto de la crisis sanitaria que estamos viviendo, a las familias de las personas fallecidas, a las personas mayores que nos están dando una lección de valentía, a quienes han perdido su trabajo, a las que no pueden encontrarse con sus seres queridos, a las que están confinadas en viviendas de 30 m2, a los temporeros y temporeras que “sobreviven” en condiciones infrahumanas, a las mujeres que están sufriendo mayor violencia por estar encerradas con sus maltratadores, a las personas migrantes, exiliadas y refugiadas que en esta situación de incertidumbre y de vacío legal para muchas, se encuentran lejos de sus seres queridos. Personas que están viviendo esta crisis desde una situación previa de vulnerabilidad y de desigualdad social.
Desde las entidades que formamos Córdoba Solidaria estamos analizando los factores de riesgo que han hecho que seamos tan vulnerables ante la llegada de un virus que no sólo ha venido a darnos una vuelta de 180 grados a nuestra vida, sino que ha vuelto a desempolvar las situaciones de desigualdad y brechas sociales que existen en nuestra “normalidad”, tanto a nivel local, desde nuestros vecinos y vecinas más cercanas, como las que se dan entre países y que hemos venido denunciando y exponiendo desde el nacimiento de esta plataforma.
Nos encontramos ante una crisis global y sistémica que muestra la fragilidad del modelo político y económico en el que vivimos y pone de relieve la ecodependencia e interdependencia de los seres humanos. La única salida sostenible, a nivel local y global, pasa por tomar medidas que pongan la vida en el centro, no el beneficio económico y el mantenimiento de un sistema que nos lleva a vivir en una crisis permanente.
Uno de los factores de riesgo de esta pandemia, y otras que podrían venir, se encuentra en la extensión incontrolada y exponencial del modo de vida capitalista industrial. Donde la deforestación y la urbanización, han supuesto la fragmentación de hábitats y la creación de espacios favorables para la propagación de los vectores transmisores de enfermedades. Las enfermedades transmitidas de animales a seres humanos, como el coronavirus, están íntimamente ligadas a la deforestación masiva, la alteración de ecosistemas, la masificación de la ganadería industrial, y, en general, una destrucción ecológica de tipo sistémico.
La globalización económica es otro de los factores que han permitido la expansión del virus. Muchas de las rutas de propagación han coincidido precisamente con las rutas de transporte aéreo facilitadas para el turismo y la actividad mercantil.
Esta situación de pandemia, que afecta a todos los ámbitos de la vida, deja a la vista cómo nos ha afectado a todos y todas, pero sus impactos no afectan a todas por igual debido a las desigualdades sociales existentes. Es muy alentador ver las diferentes iniciativas ciudadanas volcadas en atender a quienes han sufrido las peores consecuencias, pero no podemos quedarnos ahí. Es necesario ir a las causas, exigir asunción de responsabilidades, generar sensibilidad ante la situación y compromiso individual y colectivo, fortalecer los servicios públicos, la economía social y solidaria, la participación social y los valores de solidaridad y justicia social.
Aplaudimos las iniciativas puestas en marcha por personas y colectivos sociales de la ciudad de Córdoba para atender a las familias más vulnerables, la cooperación y la solidaridad son fundamentales para seguir creando tejido social y, en estos momentos, para sostener a quienes han sufrido las peores consecuencias de esta crisis.
Pero estas iniciativas no eximen a las autoridades locales y autonómicas de la responsabilidad de gestionar esta situación a través de los Servicios Sociales, y cuantas iniciativas públicas sean necesarias poner en marcha, para garantizar el acceso a los recursos básicos y el ejercicio de sus derechos a toda la ciudadanía. Desde distintas plataformas se viene denunciando la dejación de funciones del Ayuntamiento de Córdoba, que no ha estado a la altura, haciendo que sean la entidades del tercer sector y el voluntariado quienes den respuesta a la emergencia, sin que se hayan puesto en marcha iniciativas que agilicen los trámites para acceder a las ayudas, por ejemplo.
Córdoba está en los primeros puestos en los rankings de pobreza, desempleo y exclusión social, y las cifras están empeorando especialmente para mujeres y jóvenes. El Ayuntamiento de esta ciudad tiene un papel fundamental para atender a esta situación, es la administración más cercana a la ciudadanía y debe garantizar el acceso a los recursos básicos, antes, ahora y una vez pase la crisis sanitaria, considerando que la crisis económica que ya está instalada se ahondará.
Hoy, más que nunca, es necesario señalar estas brechas y reivindicar propuestas, políticas públicas y proyectos enfocados a reducir y eliminar la crisis sanitaria, económica, social y ambiental en la que vivimos, haciendo que todas las personas sean agentes de su propio desarrollo, haciendo uso pleno de los derechos humanos y no meros receptores de productos y servicios.
Ante esta situación global y local exigimos que:
Desde Córdoba Solidaria consideramos que la única oportunidad que nos ofrece esta crisis es la de reconstruir una nueva “normalidad” basada en la cooperación, la solidaridad, la justicia social y ambiental con la participación de todos los agentes sociales.